Wednesday, July 12, 2006

El hombre no comprende al hombre

El ejercicio de las libertades del hombre parece haber encontrado en el mundo occidental como piedra de tope a la verdad. El relativismo y pluralismo en derechos, pensamientos, facultades y canales para desarrollarse impiden que una directriz cualquiera encuentre la solidez que debiese perpetuar su nombre.
El respeto y tolerancia entre lo que otros creen y uno cree ha generado tal dicotomía que resulta esquivo encontrarle sentido al diálogo (instancia en la que confluyen dos razones). Es por eso que ya nadie dialoga, pocos se escuchan, es raro el que cree y extraterrestre el que reza.

La humanidad ha desarticulado la esencia del ser humilde y los espacios que alguna vez fueron divinos se han ido entregando con un desparpajo casi inocente a los deseos del hombre y su hedonismo; la consigna del placer por el placer. Un botón de muestra, el oscurantismo que se expresa en todos los ámbitos que la pasión y razón tocan cuando se han quedado ciegos de valor.

Es así como la decadencia de la Iglesia Católica y consiguientemente de la cultura occidental ha redundado en un hombre desprovisto de un sentido en el que basar su existencia, el momento en que la ecuación muestra su equis como el espejo de lo que estamos siendo: entes devorados por el apuro y la orfandad de nuestros tiempos.

El lugar que era de la verdad y que usurparon otrora las ideologías, hoy es del consumismo y el sentirse parte de una marca,como si ellas tuvieran trascendencia y en su sustancia alguien pudiera llegar a la esencia de las cosas.
Y el arte aunque cada vez más abundante parece cojear. Cómo no si es zumo de nuestra cultura y en cualquiera de sus formas se muestra fragmentario y que sólo ¿unos privilegiados? logran comprender: el hombre no comprende al hombre.

La evolución le quitó la sangre a la especie y la redundancia de la globalización no da licencia para seducir ni ser seducido porque la mayoría de las cosas que hacemos- sino todo-se orientan al individualismo.

No hay de qué sorprenderse.
Después de todo eso no es posible pretender que las nuevas generaciones se abstengan (o abstraigan) de la nueva verdad que es usar drogas, cuando algo se va en picada pues lo lógico es preferir el colchón más sueve donde poder caer. Un "Carpe Diem" renovado en que el ahora siempre será más cotizado que el futuro. Y el amor... el amor ahí al instante, apretando un botón.Rápido, fácil y vacío.
(Un tema para otra ocasión)