Fue exquisito! me bañé un montón, tomé harto sol e incluso capté un vídeo de un caracol de mar caminando sobre una roca. Además me
llevo de recuerdo un moretón enorme en un pie, que me hice nadando (le pegué
una patada a una piedra! Auch!)
Cuando me aburrí del sol, de ver las camillas lujosas que se
arriendan por 100 euros la tarde y de mirar tanto yate, fui a dar una vuelta por
los carritos llenos de lavanda, compré algunos regalos y pasé a tragarme una
pizza que estaba bien rica antes de subirme a la micro que lleva a tomar el
ferry de vuelta.
Cuando me iba subiendo conocí a Alessandro Pierini, un
italiano simpático que trabaja como corredor de propiedades en esta isla, nos
fuimos juntos y el muy amoroso me regaló el pasaje...quien dijo que en el viejo
continente no quedan caballeros, sencillamente se equivocó.
Llegando a Split el tomaría su ferry a Italia y yo mi micro
al hostal, esta vez por suerte le achunté a dónde había que bajarse. Tuve la
suerte de estar sola en la pieza, así que dejé todo listo para levantarme
mañana a las 4 am uff, la idea es tomar el bus de las 5:15 y así poder estar en
el aeropuerto de Dubrovnik a las 11:30. Si señores, lamentablemente esto se
acaba.
Vi un amanecer precioso y gracias a Dios el timming me
funcionó a la perfección. Que el aeropuerto sea chiquitito también ayuda para
ahorrar tiempo.Si van a Croacia coman pasteles, yo aproveché de comerme unos bien buenos antes de partir.
En la tarde ya aterrizando en Barcelona y a un día de irme
por primera vez me pusieron problemas al entrar a España, por puro joder tío!!
Si solo volvía a tomar mi avión de vuelta! En fin ya saliendo del lío, que más que nada fue una pérdida
de tiempo, me tomé la micro al centro mientras conversaba con una pareja de
lesbianas metaleras que me orientaron sobre dónde ir a tomar el bus hacia
Madrid, el terminal está cerca del Arco del Triunfo y hay lockers para dejar el
equipaje, no parecían muy seguros pero me arriesgué y no pasó nada.
Mi intención era aplicar playita, pero no llegué a conocer
las benditas arenas de la Barceloneta, pues cuando vi los carteles de las
liquidaciones no me pude resistir y estuve yo misma liquidada...me compré todo y para recuperar fuerzas pasé al barrio gótico a tomarme la última sangría antes
de encaramarme al bus, donde me tocó ir sentada al lado de un negro enorme que
no paraba de quejarse, moverse y exudar un pésimo olor, en resumen mi plan de
dormir se frustró.
Jueves 30 de junio Madrid
El círculo se cierra y el viaje termina donde empezó, al
menos esta primera parte.
El itinerario del último día fue simple, dejar la mochila en
la consigna del aeropuerto y partir al retiro a echarme un rato..ojalá dormir,
e iba resultando hasta que un viejo medio loco me despertó, para según él,
leerme la suerte, yo no quise pero igual se instaló a contarme que era
periodista, actor y catalán, yo no sabía como sacármelo de encima, hacían 40
grados y él insistía en hablarme de Pinochet. Fue mi buena obra de la semana.
De todas maneras espero que no se cumplan sus vaticinios,
ojalá me acuerde de ver su página web a ver qué de cierto puede ser lo que me
dijo.Ya se había cortado bastante el día, así que antes de comer
o tomar algo más que el pic nic que me había llevado, dí la última vuelta,
donde caché que los botes del estanque no eran caros (4 euros la media hora) de
haber estado acompañada arriendo uno. Qué será de Jan?
Las últimas horas las caminé en el barrio de las letras, el
paseo Del Prado y la Gran Vía donde el consumo nuevamente se apoderó de mi
voluntad. Se sucedió todo muy rápido, cambiarse ropa, tomar el tren y
embarcarse, otra vez correr para no perder el avión. Me hice amiga de un
chileno en el intertanto.
Se llama Alex y trabaja en Lan, ha viajado harto. No
nos paró la lengua respecto a nuestras impresiones viajeras. El avión lleno
despegó a las 12 en punto, yo muerta de hambre disfruté a concho los ricos
ravioles y el vino tinto que nos sirvieron. Con los diarios a bordo me fui
enterando de todo lo que había evitado saber estos últimos meses, como por
ejemplo que debido a una reciente erupción volcánica, los vuelos entre Argentina y Chile habían estado suspendidos por un buen tiempo.
Otra cosa que hice fue terminar de ver “El Secreto de tus
ojos” Tremenda!, así que si alguien no quiere enterarse, por favor absténgase de
seguir leyendo: Después de años, el marido de la chica asesinada se
resigna y el protagonista debe ir a esconderse a otra ciudad a causa de que el
asesino tiene santos en la corte, pero decide volver a la carga y va a visitar al
viudo.Le dice que nunca más supieron del villano y que quiere seguir buscándolo. El
viudo le confiesa que en realidad había tomado la justicia por sus manos, lo
había matado y hecho desaparecer el cuerpo, acto seguido, le pide que se vaya y
den vuelta la página. Que no hablen más del asunto.
Todo surge porque el protagonista (Ricardo Darín) aún ama a
la jueza y siente que no puede vivir sin ella, por eso se motiva a ver al viudo,
para preguntarle si se volvió a casar y si había logrado superar la muerte de
su mujer, tras 25 años.
Cuando se va algo no le cuadra, no creía que ese hombre
hubise sido capaz de matar al asesino de su mujer y tras un breve flashback, recordó que una vez le había
dicho que prefería ver sufrir a ese tipo en lugar de verlo muerto. Ahí se
gatilla el desenlace, se queda vigilando
y descubre algo increíble: efectivamente no lo mató, lo tenía preso en su casa
sin que nadie sospechara. Se acerca a este cuadro y se miran,descubridor y
descubierto, como queriendo decir que por fin el caso estaba resuelto.
Buenísimo, jamás imaginé un final así.