Saturday, April 28, 2012

Frenética y espectacular

Barcelona se instala entre el Mediterráneo y Los Pirineos cómo aquél espacio dende lo pretérito e innovador cohabitan en sinergía, integrando desde ruinas del período romano, iglesias, parques y joyas como el barrio gótico, hasta la arquitectura más moderna que se despliega en torno al puerto con sus centros comerciales, museos y  grandes edificios para eventos internacionales como el Forum. Sin opacar la fuerte influencia del sello de Gaudí.






El tramo en ferrocarril desde lisboa a Barcelona fue una delicia, antes de meternos en nuestras camitas movedizas de acuerdo al vaivén de la máquina, aprovechamos de seguir festejando mi treintena en coche bar, junto a un grupo de adivinen qué..argentinos! (están en todas partes!!) que como es tradición no perdieron la costumbre del joteo y trataron de engrupirse hasta a mi madre.

Arribar a Barcelona fue un completo caos. Primero porque en  la estación de Sants, el desorden es tal que demoras un siglo en cualquier trámite y segundo por que acá si que se veía  propenso a los lanzas como nuestra elegante estación central. Ante  la fama de peligrosa mejor tener las antenas bien paradas. Aquí fue donde caímos en un acto inevitable cuando se está de viaje y por primera vez en tierra europea comimos en un Mc Donalds y constamos de un plumazo que a diferencia de Madrid esta si que es una ciudad cosmopolita con un mix racial importante.

En definitiva, nuestro primer día no tuvo nada de fluido, reservar el tren para el próximo destino fue un parto y ubicarnos en el metro también. Ya acercándonos a la hora del té por fin llegamos al hotel Ciutat de Sant Adriá, lejos pero con las tres B. Horas más tarde ante el espanto de mamá nos enteraríamos que estábamos más bien en la periferia, algo así como el Sn Bernardo de Barcelona jajajaja.


Luego de la ducha no había tiempo que perder y partimos raudas a ver La Sagrada Familia (con las disculpas del lector DPM, CTM...ETC!!!!!) &%$$%#"$#% que es grande Antoni Gaudí ídolo! En ese momento el primer día comenzó a andar con el pie derecho y a ser disfrutado al máximo.


¿Por qué tanto?

Acá una breve reseña sobre el máximo exponente del modernismo en la arquitectura española, quien gracias a su particular estilo que mezcló el volumen con las formas de la naturaleza en la estructura y decoración, hizo ver la luz a algunas de sus más afamadas insignias de Barcelona como son la Casa Milá, Casa Batlló y La Pedrera, posibles de admirar en una simple caminata céntrica.

De mayor magnitud son las obras que construyó para Eusebi Güell, su amigo y mecenas quien tuvo a su haber un palacio, pabellones y un gran parque con la firma del artista y que hoy son visitas obligadas para todo ser humano que pise la ciudad.

Sin embargo es el templo de La Sagrada Familia su proyecto más emblemático. Gaudí fue el continuador de este gran monumento, responsabilidad que tomó a su cargo en 1883, cambiando totalmente el diseño original. Como ya todos sabemos hasta el hoy la basílica no se ha terminado y las obras siguen. Pese a esto ya figura como  Patrimonio Mundial de la Unesco y es uno de los doce tesoros de España.





No es para menos, con el exhaustivo detalle de sus fachadas y torres, su grandeza puede ser vista desde cualquier punto alto de la ciudad al tiempo que su interior destaca por  la complejidad y perfección de un cuerpo humano
Provista de un completo museo referente a todo el proceso de arquitectónico, su entrega definitiva está provista para el 2030.








A pasmarse, eso se viene a Barcelona. Más que un puñado de leyendas e imprecisiones existen en torno al significado de su nombre , dato que a estas alturas carece de imporatncia si consideramos el orgullo de tener el mejor equipo de mundo. Ciudad industrial desde la homónima revolución, en los ultimos años a raiz de la crisis ha sufrido la fuga de sus fabricas a países mas baratos.

 Hoy los motores de su economía son la actividad comercial,editorial y la investigación científica.  No debiera sorprender esto último si consideramos que la capital catalana cuenta con ocho universidades, gran prestigio académico y una gran cantidad de inmigrantes**, muchos de los cuales llegan atraídos por la oferta educacional y la apertura que ésta tuvo a partir de la década de los noventa.


El passig de gracia no se hizo esperar con sus miles tiendas donde las  del grupo Inditex (Zara) y Mango en todas y cada una de sus versiones tienen clavada la bandera del triunfo. Ya más o menos ubicadas disfrutamos de la heterogeneidad y grandeza de la capital catalana, esta vez la tourneé llego hasta el principio de la rambla.


Bien merecido y bien estrujado.


De vuelta en el hotel me conecté con un viejo amigo que no veía hacá 11 años, momento en que él se vino a estudiar y decidió que no retornaría a Chile; a los minutos la cita estaba concertada y yo emocionándome con los más de setenta saludos que había recibido.

Cuando llegó Daniel a recogerme yo no podía creer lo guapo que estaba y lo más sorprendente, que ya era todo un español (o debiera decir un catalán?) y con más suerte que varios de ellos pues tiene un trabajo enviadiable desde todo punto de vista, en un centro cultural donde se codea con Duques y Condes.

Bajo una lluvia derrochadora y su paraguas me hizo un tur nocturno por el Barri Gotic y me contó cómo era la vida acá. Me mostró muchos lugares interesantes (y que a veces no son turísticos) con la propiedad que sólo un local puede tener. Caminamos, conversamos y coqueteamos de bar en bar en una intensa noche de copas. Fascinante, y eso que según mi guía pudo haber sido mejor.

Aún con la resaca al acecho perder un minuto acá sería imperdonable. La maratón partió con el parque Güell y sus lúdicas bancas curvas de mosaico, una maravilla poder sacar uno mismo la postal ( q todos sacan) y también hacer la propia sesión cual cabra chica en esas casitas con forma de pastel. Como era de esperarse estaba repleto, ahí aprovechamos de almorzar y refrescarnos pues a diferencia de ayer salió el sol y con furia.

Después de mucho caminar hasta el metro y de comer un calórico merengue semi duro con almendras llamado : "rocas de Gaudí" volvimos a la Rambla  a recorrerla entera, incluyendo barrio gótico y Santa María del Mar para luego sacarnos la bala pasada que nos quedó con el museo de cera de Madrid, bastante freak y divertido.

El resto de la tarde lo pasamos admirando la grandeza del puerto y sus amigables gaviotas en torno a lo que más bien parece una siembra de megacruceros. Nos sentamos un rato y mientras yo pensaba en como a la mamá le daba el cuero con tanto ajetreo ella hacía buenas migas con una rusa quien le recomendó visitar el gigantesco recinto ferial Forum, donde esa noche se clausuraría  la tradicional  "Feria de Abril", una especie de "18" flamenco que tiene su apogeo en Sevilla pero que se celebra en casi todo el país. Como en un abrir y cerrar de ojos ahí estábamos, cada una con una flor en el pelo paseándonos entre jamones y suvenirs taurinos.








Diligente carpe diem 



Como sólo nos restaban dos días para largarnos la desición fue tomar otra vez el hiperturístico bus rojo. A quienes anden por allá compren el ticket de dos días, la ciudad es demasiado grande y el segundo día cuesta sólo dos euros más si pagas el ticket vía internet. En serio conviene.
Al subirnos optamos por hacr primero la ruta más larga que pasa por los barrios  pirulos y también por un paruqe tipo cerro, el Tibidabo. La idea allí es subir en funicular pero preferimos dejarlo para mañana y bajarnos en el Monasterio de Pedralbes, que para nuestra mala suerte por ser lunes estaba cerrado.

Esta ruta también comprendía el estadio del Barza, que para cólera de algunos señores no nos molestamos en bajarnos a conocer.

Después nos cambiamos al recorrido tradicional atraídas por la curiosidad que provoca un imponente castillo en el Montjuic, cuyo nombre deriva de monte judío, esto porque antiguamente allí se encontraba un cementerio semita.
 El mentado castillo no era otra cosa que el museo de Bellas artes, rodeado de jardines y circundado en el mismo cerro por enormes pabellones para eventos de la Caixa* , también comparten el cerro la moderna infraestructura deportiva que se construyó para las olimpíadas de verano del xxx poner año y un museo dedicado a Joan Miró.

Otra cosa que recomiendo es el acuarium que ubicado entre los modernos edificios de la Barceloneta quienes pretendan ir con niños no se arrepentirán y los que tengan el espíritu aún, lo gozarán en demasía, es didáctico, lindo, con varias especies muy bien exhibidas y un increíble túnel transparente (de 360°) por donde se puede ver a los tiburones y mantas revolotearlo a uno como si se tratara de una película de terror en todos sus ángulos. Vimos miles de peces, pulpos y cosas raras que no se me ocurre como describir. La tienda del lugar aunque carita igual merece una visita.

Pero hasta ahora no había mencionado que la pincelada de flamenco nos había dejado con gusto a poco, así tras la aventura submarina nuestros pasos se dirigieron al Palacio del Flamenco y su gran show con cena incluida previa a una hora de intenso zapateo.

El flamenco siempre me gustó pero esta presentación si que se pasó, increíble, con unos trajes preciosos, bailarinas agraciadas y un bailaor y cantores gitanos que de tan sufridos pensé que se iban a largar a llorar.

Pasada la medianoche volvimos  al metro y ante el cierre inminente no nos quedó otra que colarnos  antes de quedarnos fuera en un gesto de chilenidad absoluta. Urgía llegar a descansar a nuestra guarida después de un día agotador pero genial.





* La Caixa es la caja de ahorros y pensiones de Barcelona
** En la Provinvia de Catalunya,con una población de cerca de dos millones de habitantes, el 7% es inmigrante.

Monday, April 16, 2012

En Portuñol

Si hay tanto que escribir, se debe a que hubo mucho qué hacer, ver, degustar, vivir: Gozar. Llegar a Lisboa fue sentir que llegábamos a casa, pero a un lugar donde jamás antes habíamos estado, tras la primera noche de dormir en un coche dormitorio, lo primero sería ubicarse en el espacio y para eso un buen desayuno con wifi resulta la mejor de las bienvenidas.





Tras dejar la maleta en el lobby, pues el check in era tardío grrrrrr, salimos así no más sin ducha alguna a explorar el territorio. La primera impresión fue de decadencia, así y todo a pocas cuadras mi madre encontró en tiempo récord una tienda donde ejercer su deporte favorito: El shopping.
La caminata continuó hacia la que creímos era la plaza principal, la plaza Figueira, para a esas alturas intercambiar opiniones sobre los lindos pero mal tenidos edificios y el encanto de los azulejos que junto a la ropa colgada decoran sus fachadas. Sólo una breve pausa  para comer unos ricos pastelitos ( sin manjar pero nota siete) interrumpió el paso hasta llegar a la verdadera joya que andábamos buscando,  la Plaza del Comercio, en mi opinión el lugar más característico y lindo de la ciudad, en ese momento nos miramos y sin decir palabra se entendió un tácito "ya está, valió la pena el pique"

 Chalupeamos varias horas sin parar, el parecido con Valparaíso fue el comentario , por los cerros y trolleys, pero también por ese aire envejecido que parece a ratos situar a Lisboa como una ciudad lejos del progreso. Unánime también fue decidir que a las 14 hrs y tras una noche de tren, había que hacer un alto. Todo un agrado fue recibir nuestra elegante suite *** y dejarnos seducir cuales mujerzuelas por una larga y merecida siesta. Un disfrute que al día siguiente pagamos caro por la flojera de no haber leído lo suficiente.

Hasta ese minuto sin un ápice de culpa, el despertar entre plumones tipo nube se hizo complicado, pero no había tiempo que perder, el hambre acechaba y además la ducha era inminente (estimamos que usar el jacuzzi era antiecológico y una pérdida de tiempo). Renovadas y guapas lo que vino fue descubrir más calles preciosas atiborradas de restaurantes con mozos estupendos hasta la estupefacción :) y una de las mayores atracciones de esta mítica capital portuaria, su mirador principal,el famoso elevador de Santa Justa.

La comida con pescado y calamares estuvo deliciosa, fue realmente un preámbulo de lo que probaría en el siguiente almuerzo. No señores, no nos aburguesamos, sólo que sería un día especial, mi cumpleaños número treinta y había que celebrarlo, o más bien seguir celebrando la vida, para lo que viajar se posiciona como la mejor fiesta.

Corren los 30

Tanta langosta en los mostradores se me hacía curioso,porque es un plato caro, pero más que casualidad era un indicio de que aún había mucho que no habíamos visto. Dicho y hecho al día siguiente no lo podíamos creer, era nuestro segundo y último día. Con espanto caí en cuenta que no habíamos visto prácticamente nada!

Entre todo lo que vimos a nuestra llegada, estaba un bus turístico amarillo, la idea era no tomarlo pero todo lo que ofrecía visitar era imposible verlo de otra manera, incluye ascensores, todo el transporte público, funiculares y cuanta cosa a la que uno se pueda subir organizado en dos rutas. Encaramadas arriba del famoso bus con un puñado de gringos abrimos los ojos a una ciudad enorme, desarrollada, llena de color,  graffitis - es considerada la capital de este arte- y con un gran puerto, con historia. Castillos, torres y catedrales centenarias  eran sólo la punta del iceberg.

Pese a estar de cumpleños no sentí que fuese así, es raro estar viajando y que sólo la persona que está contigo te salude, sin celular es estar fuera del mundo. Pero la oportunidad de ser atendidas por un genuino "buen mozo" no la iba a dejar pasar y pese a que la elección del restaurant para almorzar fue tan infantil como para basarse sólo en dos parámetros (que  fuese italiano y atendido por un garzón tipo modelo) terminamos comiendo la mejor lasaña que hayamos probado en nuestras sibaritas vidas, una pesada pausa que enlenteció nuestra loca carrera por alcanzar a ver lo más posible.

Es en Lisboa donde se encuentra el segundo oceanario más grande del mundo con 500 mil ejemplares de 200 especies y por pava me lo perdí!! Además de no poder ver el museo de carruajes y sólo admirar por fuera la Catedral de Los Jerónimos y muy de lejos un imponente puente tipo Brooklyn. Es para morirse!

Alcanzamos a visitar el museo del azulejos que está en un convento, a perdernos en una micro (no es broma y fue mi culpa), ver el Parque de las Naciones y disfrutar la vista de parques y construcciones fastuosas. El siguiente paso fue subir por los cerros en los antiguos funiculares para llegar al bohemio Barrio Alto justo en el momento que atardecía y los colores del lluvioso cielo configuraban la foto perfecta con lo cual vino el ataque de risa y apuro por llegar a tomar ese tren donde pasaríamos la noche otra vez.



***Un golazo fue la elección del hotel Almirante, de lujo, placenteras camas y un desayuno opíparo. Acá si podemos decir que fue barato y además a media cuadra del metro.

Saturday, April 14, 2012

De Juglares y Espaderos

Si algo resulta especialmente útil en algunas estaciones ferroviarias españolas, es su servicio de consignas, o custodia en buen chileno, donde por un par de euros puedes aprovechar de pegarte una escapada antes de abordar el tren sin tener que correr todo el día en función de la maleta. Y eso fue lo que hicimos, sacarle el jugo al pase de Eurail e ir por el día a Toledo, ciudad imperial a media hora de Madrid*  que haciéndo gala de sus casi inverosímiles castillos se convierte en paseo obligado para todo quien alguna vez leyó al Injenioso Hidalgo Don Quijote. Sí o sí, esta tiene que haber sido su tierra.



Al llegar yo estaba un poco preocupada por cómo nos iríamos desde la estación al centro, pero se nos iluminó la cara cuando vimos al típico bus rojo en la puerta, magnífico pensé y el precio, bastante prudente. Aproximándonos a la ciudad nuestros ojos no podían creer lo que veían, ahí como una gran fortaleza se erigía Toledo.

Asentada majestuosamente sobre una colina,con murallas de cuento y flanqueda por un caudaloso río Tajo con castillos, torres, un alcázar y cúpulas de catedrales semi góticas, la otrora tierra de reyes y vasallos destaca por la riqueza de sus construcciones y  callejuelas empedradas.
















Imposible no acordarse de los días escolares, del Mío Cid y sus espadas, pues si hay un negocio prolífico en estas tierras, ese es justamente la producción de los más elaboradas espadas y cuchillos, las tiendas de armaduras, réplicas de caballería y mazapanes que hacen las monjas de los conventos hacen nata, pues  representan gran parte de la actividad comercial junto con la industria turística.


Pues su atractivo no sólo radica en lo estético; desde su fundación  193 ac, a lo largo de la historia  recibió la influencia de  judíos, musulmanes y cristianos quienes en distintos momentos  la poblaron y convirtieron en una exquisitez cultural. Es así como uno puede pasarse el día sintiendo que está dentro de una película medieval al visitar por ejemplo la Catedral de Santa María, una de las más famosas del país, muy ostentosa y cubierta de oro, da cuenta del pasado que tuvo la alguna vez capital de española.


Declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco hace ya 25 años y con hijos tan ilustres como El Greco y Garcilaso De la Vega, su gran casco histórico, que comprende casi toda la ciudad.
Con más de cien  monumentos para recorrer y detenerse entre iglesias, mezquitas, sinagogas, museos, puertas,torres, conventos y edificios públicos es como para creer que por un momento se está en otro tiempo y que en realidad sólo un día no basta para dejarse envolver por su aire medieval.

Recomiendo, un explicativo poema para quien quiera profundizar de manera entretenida en la historia y tradición toledana:  http://www.elalmanaque.com/poesias/poemas/toledo.htm


* En el AVE

Wednesday, April 11, 2012

Chulísimo Madrid



El paseo inicial por la Gran Vía no se hizo esperar, como tampoco la tortilla española ni los churros con chocolate, epítome de la obviedad española, pero tan inevitables como deliciosos. Da gusto ver la cantidad de bares que hay y con público en todo momento, gente de todas las edades disfutando con su cervecita, su vinito y las tapas. Tampoco hay que agudizar mucho el ojo para advertir que acá a nadie le importa mucho como te vistas ni quien eres, la libertad se respira y es por esta misma razón que el vive y deja vivir se instala como una máxima que  permite ver pasear a todos los gay que en Marruecos se escondían sin problema alguno. Cosa que en lo personal yo aplaudo.


La llegada se sintió en las manos, las piernas y en los varios kilos de equipaje extra. Pero gracias a la amabilidad de una señora del servicio al turista que nos regaló un mapa, se hizo muy fácil encontrar nuestro refugio ubicado en las inmediaciones de la plaza Cibeles, Apart Hotel Andrómeda, bueno, sencillo y razonable (acá no cabe el término barato) a una cuadra del metro Plaza Alonso Martínez, mejor ubicado imposible!

Despertar en Madrid por primera vez es sinónimo de querer comerse esta ciudad de gigantes que con sus anchísimas avenidas y edificios enormes invita a dejar las suelas en las aceras y en cuanto rincón se descubra; tanto mejor entonces si es domingo y "El Rastro", tradicional mercado de las pulgas y otras cosas te recibe con un día soleado y precios que uno jamás soñó con encontrar en Europa, ¿Un botón de muestra? Jeans a sólo 8 euros :)


El metro es hasta ahora el mejor y el con la cobertura más extensa al que me he subido en la vida. Como la gente acá además es muy amable recibimos buen consejo a la hora de comprar los boletos, por lo que ahora puedo confirmar con propiedad que la manera más conveniente es el boleto de diez viajes, con lo que así se paga sólo un euro por viaje y que no se vence, además se puede compartir, a diferencia del pase diario que vale un poco más caro, es personal e ilimitado pero sólo dura un día.

Para ser francos caminar es la mejor manera de conocer y poder atrapar con todos los sentidos parte de los estímulos que una urbe como esta ofrece. Un boleto de metro ilimitado no tiene sentido cuando no usarás jamás más de cuatro o cinco viajes, pero sobre todo porque mirar de lejos la vuelta por Recoletos y el paseo de la Castellana o peor aún, perderse el parque del Buen Retiro para admirar sus miles de árboles y la laguna con botecitos, significa derechamente no haber vivido Madrid.

Cibeles


Días a Full


Maravillarse fue la tónica de esta semana que pasamos en la capital española y si bien nuestros paseos fueron agotadores puedo decir con certeza que no renunciamos a nada. Como buenas principiantes en la Península Ibérica comenzamos nuestro tur en la  Plaza Mayor, lugar emblemático que data del siglo XV, a pasos de la Puerta del Sol, que como sabrán quienes ya la han visitado, es una manzana completa de edificios que la amurallan, también pasamos por fuera del teatro nacional, el banco BBVA y el monumento que es el Santander, sin olvidarnos de el Palacio de las Comunicaciones, como dos mateas alumnas que cumplen con los must de la primera visita a una de las capitales más apasionantes y famosas del viejo continente.

Para una tercera y extenuante jornada dejamos la Plaza Cibeles y su recién remozado palacio donde  tuvimos la suerte de poder subir a su mirador para ver toda la ciudad y también disfrutar gratuitamente de sus exposiciones, haciendo un alto antes de irnos en la nueva zona de wifi con sillones de colores, paneles interactivos que explican las atracciones de la ciudad y una gran variedad de prensa internacional (donde la chilena,brillaba por su ausencia).

Caminar en una tarde de mayo por el gran y verde parque urbano que antecede al Museo del prado fue un descanso a lo intenso de estar por cerca de cuatro horas en su interior. No sé si vimos todo, pero casi. Quedamos impresionadas por las obras de Tiziano, Velásquez, Goya y El Greco, sólo por nombrar algunos.


La prima de mamá

Sabía que los españoles eran buenos para el  feriado, pero ignoraba que no contentos con el primero de mayo tenían también como día de fiesta el 2  y estaría casi todo cerrado. Digo casi porque como dijo un antiguo sabio, el que busca siempre encuentra, por lo tanto estuvimos obligadas a pasar gran parte del día en el mall Príncipe Pío, luego de comer hasta reventar en un tenedor libre en el mismo centro comercial y hacer lo propio en materia de consumo. Un ítem que toda mujer debe considerar como no menor en su presupuesto viajero. Una vez hechas las compras vendría un clásico de los chilenos en viaje: visitar a algún pariente que por alguna razón emigró y que en nuestro caso se encontraba acá.

La Pina se casó hace más de treinta años con Alfonso, director de una famosa multinacional que gracias a lo encantador que es se la llevó a España para siempre. Son muy cariñosos y excelentes anfitriones, por lo que pasar una tarde en su compañía fue como caer en algodones luego de tan exhaustivo patiperreo céntrico.

Ellos viven en el barrio más chic de Madrid, el mismo donde tiene su humilde morada Isabel  Preysler (para los que no se ubican es la ex señora de nuestro querido Julio Iglesias,afamada socialité y reina del photoshop) y aportan al parque automotriz de la zona con tres preciosos Smart ¡los amoo! Porque había olvidado mencionar que aparte de todo lo coqueta que es esta ciudad, los miles de mini city cars que circulan de esta marca en todos los colores posibles hacen que si no te habías enamorado de ella, ahora sí caigas rendido a sus pies.

Después  de ir a conocer su casa, nos invitaron a un exquisito restaurant, el "José Luis" bastante elegante, donde probamos un sinfín de tapas y vinos, conversamos sobre recuerdos de familia y también nos sugirieron actividades para nuestros restantes días. Un brillante epílogo poder compartir en calidez y comodidad con quienes además de ser familia juegan de local.

Siguiendo el consejo y más bien lo que nos faltaba, el último día en Madrid fue para visitar el  Palacio Real, que resultó ser sencillamente impresionante, mucho más grande,bonito y rococó de lo que creímos. Además de los varios salones de los que disponía la monarquía hasta para rascarse su real humanidad, disfrutamos también de la belleza de la Catedral de la Almudena y la antigua farmacia real.

Una entrada completa puede merecer la Armería, con dos grandes salas dedicadas a transportarte a un mundo que podría ser perfectamente una película medieval del Rey Arturo. Las originales armaduras, cascos, espadas y protecciones para caballos son exhibidos magníficamente, tal como corresponde a tan valioso patrimonio que fue en su tiempo utilizado para combatir en  Las Cruzadas.

Tampoco podíamos irnos sin probar la oferta gastronómica del Mercado de San Miguel que con su amplia variedad de delicatessen no deja a nadie indiferente, menos cuando se trata de recuperar el aliento antes de ir a descansar con la certeza de que al día siguiente la adrenalina vuelve al cuerpo porque vamos a un nuevo lugar.

A estas alturas ya nos habíamos lanzado, mamá al vértigo  de seguirme el ritmo y yo a la aventura de recorrer Europa sin plan fijo y siendo testigo de como una señora del '41 llega a parecer de veinte gracias a la energía que te da viajar.


Monday, April 09, 2012

Fes Mágico Fes




Después del clásico paseo en camello, los que resultaron ser menos hediondos y menos aventurados que lo esperado, lo que vino fue tomar el tren a la ciudad imperial más antigua de Marruecos; toda una experiencia vivida con emoción y alegría mientras ignorábamos lo que sucedía en la Marrakech que íbamos dejando atrás: la explosión de una bomba al interior de un famoso cafe de la medina, que tiñó de espanto al pueblo y se llevó la vida de más de 11 turistas.

Como no teníamos adaptador para la corriente, estuvimos incomunicadas durante prácticamente toda la estadía y nos enteramos del atentado al día siguiente (la familia tuvo que esperar para constatar que seguíamos con vida).

A pesar de que el tren era cómodo, el periplo fue eterno.
Nuevamente nos adentramos en esta cultura tan distinta, segunda clase (seguro que el baño en primera era mejor) y por supuesto cientos de hombres con sus atuendos típicos musulmanes, a lo beduino. En el tren dormimos, nos reímos y conversamos; también pusimos cara de exijo una explicación cuando advertimos que paraba cada quince minutos n todas las estaciones. Valor!! Era a estas alturas nuestra única forma de llegar, o intentarlo, pues esta vez tampoco disponíamos de un mapa, aunque si de muuucha suerte.

La suerte se llamaba Amín, un joven arquitecto marroquí que trabajaba para la Unesco y tenía la gracia (nunca tan bien utilizada la palabra) de hablar español, educado en occidente en las mejores universidades de EEUU y Suiza, este ángel de la guarda no sólo nos orientó sobre Fes, su ciudad, sino que también tuvo la ambilidad de facilitarnos un chofer de su confianza que por unos pocos dirham, nos llevó en su camioneta último modelo a cada rincón que quisimos visitar en nuestra estadía.

Esta vez eso sí la reserva a ciegas por internet fue una verdadera sorpresa, una cabaña linda y moderna completamente equipada con bosques, jardines y un grandioso parque acuático, el nombre del complejo: Diamant Verte.

Pero el testeo de la maravillosa alboba quedó para más tarde pues Amín nos esperaba para darnos la bienvenida en el hotel más lindo y tradicional de la ciudad, nada que decir, tranquilo/ nervioso por la situación pero muy contentas, pudimos apreciar el lujo árabe frente a la vista panorámica de la ciudad iluminada, que cabe destacar en esos días era visitada por el Rey Mohammed VI, el acontecimiento del año.

Muy atento nuestro anfitrión no dejó de piropearnos y agasajarnos al tiempo que nos enseñó las imponentes murallas de la ciudad y el Palacio Real. En sólo un par de horas, no costaba intuír , incluso sin haber visto con luz del día, que Fes ya me estaba gustado más que Marrakech, tal vez por su orden y el toque de modernidad que se ve en algunas construcciones, mezcla de futuro y pasado. El crecimiento inmobiliario ya sabemos que es claro indicador de desarrollo.


La Amurallada

A la mañana siguiente el "driver" nos recogió a las 10 y nuestro príncipe árabe haría un alto en un trabajo para mostrarnos el proyecto privado en que también trabaja: La restauración de su propio palacio del siglo XIII que espera convertir en hotel.

Amín ya se declaraba enamorado de mi madre y también de mí, incluso nos invitó al campo de su familia a pasar el fin de semana. Un hombre cálido y amistoso que nos presentaba a toda la gente que nos cruzábamos y tuvo además la deferencia de dejarnos recorrer la medina guiadas por un hombre de su confianza que las ofició de guardaespaldas para nosotras. No sé si realmente será el famoso encanto latino, pero acá estamos matando con todo!!

Omar,nuestro "bodyguard" resultó ser otro encanto y nos llevó hasta el último laberinto y tiendita, gracias a Alá, porque acá era más intrincado que la medina de Marrakech y con razón pues es la más grande y antigua del mundo . De su mano (literalmente) llegamos a un estrecho y oscuro pasadizo que terminaba en una enorme puerta azul roñoso, tan antigua como bella, cuando se abrió no lo podíamos creer, era el palacio de Amín.

Muy parecido al Palacio de la Bahía pero en menores proporciones, nada que envidiar, con detalles en cada centímetro y lo más sorprendente de todo: cuatro hombres provistos de cincel cortando y tallando milimétricamente las cerámicas pequeñas para formar los dibujos que cuales mosaicos revisten todo el interior de la magnífica construcción morisca. Una tradición artesanal de siglos que aún se conserva y muy pocos tienen la suerte de poder observar, nosotras tuvimos el privilegio no sólo de verlo, sino también de sentarnos con estos artistas, compartir un tiempo con ellos, entender los años de trabajo a mano que hay tras cada pared que de lejos parece simplemenhte pintada. Finalmente nos llevamos de regalo un pequeño corazón al que vimos como daban forma.

De vuelta entre la MULTITUD, avanzamos hacia a la cooperativa de las viudas, una organización que agrupa a estas señoras para ayudarlas a comercializar su trabajo, la fabricación de alfombras. Ellas son las mayores productoras del país y es aquí donde los marroquíes compran, como se imaginarán es una gran casona que haría llorar de emoción hasta al más poderoso importador de estos productos.

Allí es posible mirar como es que con la rápidez de un cheeta las mujeres prácticamente dan a luz estas grandes y variadas obras de arte Fue en ese momento cuando entre tanto tapiz y té de mente mamá cayó en trance e hizo la gran compra del viaje que se tradujo en salir con una enorme alfombra marroquí para el living (6 kgs más de sobrepeso).

Sin embargo el paseo no terminó ahí, siguiendo a través de las tienditas cubiertas de oro que conviven con las mezquitas al interior de la medina, es posible llegar al plato fuerte de Fes y tal vez la postal más linda de todo el viaje, se trata de la curtiembre más grande de mundo, una imagen imposible de olvidar.

Mientras hueles un ramito de menta para no asquearse (tanto) con el putrefacto olor de las pieles, se puede observar el proceso con cientos de piscinitas llenas de caca de paloma que tiene la función de quitarle el ácido al cuero; para pasar luego a otras con pigmentos naturales, el resto del proceso es conocido y se resume en miles de chaquetas de cuero, carteras, zapatos y todo aquel derivado de este noble material que suele volver locas a las mujeres.



Ahora escribo en el tren , vamos de camino a Tánger, ciudad portuaria a escasos kilómetros de españa en ferry y sin mapa otra vez . Se trata de pasar nuestra última tarde antes de tomar el
avión a Madrid, un lugar más bien feo, con su encanto pero prescindible.

Las estaciones van quedando atrás mientras pienso lo increíble que es este país, lo raro que fue por ejemplo descubrir desde cosas tan banales como cuál es la razón por la que hay tantos gatos y no se ven perros...tranquilos, no se los comen, sólo que ellos impiden que los buenos espíritus entren en las casas, hasta cosas más profundas como darse cuenta que el machismo tampoco es tan extremo como lo muestran en televisión. Entender que finalmente todo empieza y termina en el Corán.

Pero no sólo de absorción cultural vive quien escribe. Porque el aplicado anfitrión que ya al segundo día me ofrecía matrimonio, también se preocupó de mostrarme la noche de Fes y asegurarse de atenderme como una verdadera Amira.

Paradises fue el nombre de la discoteca donde Amín me llevó la última noche antes de abandonar Fes, la previa fue un perfecto cara y sello, primero en el mismo hotel pituco de la noche anterior a tomar unos tragos y también a comer kebabs a una auténtica picada árabe (si!! ellos también las tienen). Lo sorprendente eso sí vino cuando dentro de Paradises todas las mujeres vestían cortos y apretadísimos diseños (acaso el doble estándar de burka/vestido putito) al parecer el destape se extendió un poco más allá de Europa pensé yo.

Pero lo cierto es que esas mujeres no se muestran así en la calle, me explico, de la casa al lugar de la fiesta y del lugar de la fiesta a la casa. Yo era la más tapada por lejos!!

Y Amín?...El bailó su mejor regaetton por primera vez en su vida con una latina e hizo gala de todo lo que significa ser un Bere Bere proveniente de un pueblo nómada del desierto del Sahara y por sobre todo su característica sangre caliente.


Sunday, April 08, 2012

Marruecos sin Mapa

Bajar del avión por una escalera con ruedias era mala señal, pero realmente el aeropuerto de Marrakech resultó ser fabuloso, de atención rápida y moderno. El edificio blanco de una planta, estilo morisco e iluminado de tal forma que el color de su fachada cambiaba más o menos cada un minuto. Hasta ahí todo bien.

Pero quince minutos después cuando aún no aparecía el tipo del transfer con nuestro cartelito y ya comenzaba a oscurecer, empezaron a rondarme las dudas sobre este tipo de contratación de servicios por internet en un país tan desconocido para nosotros, donde el inglés no se daba bien para ninguna de las dos partes. Tras media hora de retraso el hombre llegó y mi madre respiró en paz mientras afuera todo se volvía jeroglíficos árabes, bocinazos, túnicas y más túnicas.

Entremedio de un potpurrí de autos, motos y mezquitas, el tráfico se fue disipando tras cruzar las puertas de la Medina, por una sola razón: Estábamos perdidos entre los intrincados pasadizos, ya se había hecho de noche y el brillante chofer no lograba dar con el hotel. Dudé, mi madre partner también dudo, pero como no hay nada imposible, acabamos por ser encontradas por el dueño del lugar, donde ciertamente era imposible acceder en auto.

El hotel era un Riad, antigua casa o palacete tradicional marroquí transformada en una suerte de hotel boutique, con tres pisos repletos de alfombras mágicas, lámparas maravillosas y cuyas paredes estaban completamente revestidas de cerámica "bere bere", un término que explicaré más adelante.

Estábamos en la casa de "Jade" de "El Clon", decoración preciosa, buena atención e impecable. ¡Gracias Booking!

Seguido de la despertada en la pieza Aladino style, el desayuno local con auténticas pitas y panes extraños sacó aplausos, no sólo por su frescura, sino además por su delicioso y típico té de menta y zumo de naranja recién exprimido.

Como no sabíamos si en este país musulmán íbamos a ser miradas con caras de pecadoras, opté por los jeans que ya tenía casi incrustados desde el despegue en Santiago y para dar el toque local delineé mis ojos con lápiz negro: grito y plata, no sólo me preguntaron si era marroquí, sino que mamá casi cae en la tentación de cambiarme por cientos de camellos, ante tanta buena oferta.
Lo jocoso es que muchos comerciantes daban por hecho que éramos españolas y nos gritaban María!! a ver si nos dábamos vuelta.

Al salir del Riad esa mañana ya se veía venir que el retorno no sería fácil y que la terapia de shock sería intensa, no sé si tanto por la avalancha de burkas y motos locas en callecitas empedradas de no más de un metro y medio de ancho. El principio del recorrido fue la herboristería "Amir", de película y para impresionarse, con cerros de tierras de colores para los más raros usos, especias, inciensos, pigmentos y hasta una ruedita de greda que en contacto con la saliva te pinta los labios. Para el par de inexpertas las dos primeras cuadras fueron una dinámica de dejarse engatusar para entrar,mirar, sorprenderse y luego tratar de arrancar como se pueda, todo en ese orden.

Tal como uno sospecha, hacen de todo para que les compres, te dicen que serás la "prima clienta" del día y ponen cara de desconcierto cuando les dices que no eres del Real ni del Barza.
Ya entrando al zoco, el mercado más grande de Marruecos hemos adquirido la pericia en el regateo, mientras el olor a Patronato se te cuela en la nariz y te sientes como en una gran tienda étnica rodeada de tapices, faroles, colores; joyas, plata y cuero...Mucho cuero con ese fuerte olor del camello curtido, miles de detalles que no quieres dejar ir mientras te corres para que los locales pasen, ágiles con sus zapatitos de punta levantada y sin talón.

La extrañeza del idioma se va alejando y aunque incomprensible, da gusto escucharlo. La segunda lengua es el francés y todos lo hablan, sólo unos pocos se manejan con algo de inglés y castellano.
Pero para la compra y la venta no hay idioma.

No se ven policías y la medina es un caos, sin embargo, uno jamás se siente amenazado. No sé si estaré en lo correcto, me parece que si acá robas te cortan las manos, y si no es así, de todas maneras la ley debe ser muy dura.


Prueba Superada


El constante desafío es esquivar las motos por los corredores; el segundo encontrar un baño decente, el que pude encontrar en el mismo café que un día después volaría a manos terroristas; el tercero: lograr que no nos estafen.

Obviamente aunque tengas la ilusión de que pagaste poco siempre, sí o sí ellos saldrán ganando, los precios reales son vergonzosamente bajos y por el otro extremo el sobreprecio para quien no es musulmán en estas tierras es obsceno, así y todo uno se deja embolinar la perdiz, tomar ventaja de venir de un país lejano, y refregarles en la cara que no tenemos euros puede ser una buena alternativa, ahí el interés de ellos decae y por tanto la lucha cesa. Te llevas ese tesoro que tanto te preocupa no volver a encontrar y que en un lugar tan variopinto es lo más probable.


Pasamos por los mercados de comida y por los que no son turísticos, así como también por un persa de ropa usada y otra suerte de feria con pieles de tigres, serpientes, gacelas, curiosidades varias y hasta camaleones vivos: una maravilla. El único punto flaco fue un tajine con cous cous y ensalada que almorzamos, totalmente grasiento y olvidable.

También concluímos que con 29 grados los pantalones y la pacatería autoimpuesta habían sido una pésima idea. Con la mochila reventado de compras y un niño que nos perseguía insistentemente para ser nuestro guía intentamos volver al riad para alivianarnos y cambiarnos, pero no fue posible porque por segunda vez en 24 horas estábamos perdidas!!

Por cerca de cuatro horas dimos vueltas, vueltas que tampoco fueron en vano, pues entramos a conocer el famoso Palacio de Bahia, hermosísimo! no por un afán cultural precisamente, sino porque necesitábamos nuevamente un baño :) y de paso ver si alguien nos ayudaba a ubicarnos.

En el extravío vimos de todo, desde tres inmensas cobras en la plaza central bailando a son de la flauta (que me arrepiento de no haber fotografiado, pero el miedo fue más fuerte) hasta el solemne rito musulmán del rezo mirando a la Meca, que se inicia con un quejumbroso llamado por altoparlante desde las mezquitas - templos sagrados que no pudimos visitar por estar reservados sólo para hombres- y continúa con cientos de hombres atiborrando las las estrechas callejuelas con sus alfombritas sobre las que se hincan para repetir sus oraciones.

Finalmente y antes de ser asesinada por mi propia madre, logramos dar con el riad, no sin antes tener que darle propina a un señor que nos "ayudó". Una vez a salvo, tras este primer e intenso día nos comimos nuestro chilean pic- nic, consistente en barritas de cereal y café de vainilla, una acertadísima idea de mi hasta hacía minutos asustada madre.






Thursday, April 05, 2012

Día Cero

Era raro, había llegado el día y los nervios no estaban por ninguna parte.
Mamá relajada y yo con un poco de caña. Las dos con una enorme sonrisa.

Después de presentarnos en el counter y luego de los trámites, hubo hasta tiempo para tomar té antes de embarcarnos a las 19:30 por la puerta n° 10 y por fin iniciar el tan esperado "Viaje de la Vida" como hace meses ya lo venía bautizando. Más que despegar rumbo a Madrid, el impulso era hacia un sueño y casi como un slide show vi pasar por un segundo ante mis ojos cada revista de viajes coleccionada, cada bitácora seguida en internet y todo lo que decidí dejar atrás para dedicar un año de mi vida a ser una esponja global, sonreír casi de manera ininterrumpida y simplemente gozar mirando hacia adelante.

La parada en Barajas fue escueta, además de grata, podría decir que casi con alfombra roja, sin revisiones ni esperas tediosas. Mi aperrada madre mochilera (aunque con maleta) tuvo más que aguante, pues a continuación de la noche volando y unas horas de espera venía algo más.
La verdad es que estábamos como zombies, verla sentada en el suelo haciendo hora fue inédito, y al mismo tiempo una de esas imágenes que no tienen precio.

Por fortuna pudimos embarcar las maletas a los pocos minutos, opara así poder tomar un relax antes de partir a nuestro verdadero destino, comimos un tentempié que tuvo bastante que envidiarles a los locales de SCL airport, seguido de un buen recorrido por el nutrido duty free, donde en serio créanlo: no compramos nada (lo que hace el casancio ahh).

-Lo que se venía parecía sólo un corto tramo más, pero en un Easyjet, línea de bajo coste con selvática política de asignación de asientos, es decir, el que agarra, agarra; pudimos tener como adelanto a un chico de origen árabe que quería pelear por ir al lado nuestro, para encima sacarse los mocos y coquetear al mismo tiempo. Un caradura-

No fue difícil adivinar por donde era el embarque, las burkas fueron un elocuente indicativo y
llegar a Marrakech toda una aventura. Si, primera parada: Marruecos ترحيب.