Thursday, May 24, 2012

Trio Dramáticamente Perfecto

Luego de 30 minutos sobre los rieles fue bajar y enamorarse, así de simple. Navegando sobre el vaporetto fuimos internándonos por los intricados canales de este bellísimo lugar, admirando - por que no hay otro modo de decirlo - cada centímetro cuadrado de su composición. Al menos yo, no había imaginado tanta maravilla.



Hoy 19 de mayo dejamos Roma pero antes de ir a nuestro último destino en tierras italianas pasamos el día en Milán, la ciudad ícono de la moda. Tomamos el tren y dejamos nuestra maleta en la custodia de la estación, de ahí nos lanzamos a paso firme en busca del Duomo que deja con la boca abierta a cualquiera, de estilo gótico es completamente de mármol blanco y muy grande.



En un día que a juzgar por el calor la primavera había llegado para quedarse y la ronda se dio con todo relajo.Cerca de la afamada catedral encontramos una galería comercial preciosa, muy elegante y por supuesto carísima,cuyo sello eran las boutiques de lujo. Parecía un palacio con cúpulas y pinturas clásicas en el techo y como el lugar invitaba fue ahí donde almorzamos nuestra primera pizza que no resultó ser tan buena.

La  Vía Montenapoleone, es con toda seguridad  la culpable de que la ciudad sea tildada como la capital del diseño, gracias a sus tiendas de alta costura de productos impagables y la distinción de sus calles y construcciones. Así y todo encontramos un outlet que debió llamarse "desilusión" porque no era ni tan barato y además tenía puras cosas feas.

Continuando con la exploración nos topamos  la piazza Della Scala y el homónimo teatro que ostenta ser la ópera más grande del mundo  para luego terminar  en el Castello Sforcezco, precioso convertido en un museo. Estuvimos en Milán sólo cinco horas pero sirvió para hacernos una idea, y de paso clavarse una espina, es decir, quedarse con la ganas de conocer las orillas de río, así como también los barrios de Naviglio y Brera. Otra ruta interesante es extenderse y abarcar la zona del río Como que colinda con Suiza y tiene fama de ser uno de los parajes más bonitos de Europa.

Instaladas en el tren rumbo al nordeste vimos quedar atrás las tierras lombardas, descansamos un poquito y disfrutamos con un camino precioso, lleno de pequeños pueblitos, rios de puentes centenarios, castillitos y cúpulas góticas hasta que llegamos a Treviso. Ya entrada la noche y tras una larga espera por un taxi arribamos al Best Western al Fogher prácticamente a apagar tele.

En-sueño

Con la mamá nos fuimos al chancho con el desyuno y abusamos de la nutella, el resto fueron flanes, pasteles, distintos panes y hasta champaña :). Después de tamaña chanchada nos volvimos a acostar y dormimos hasta las 12, momento en que saltamos apuradas, había que correr para llegar pronto al lugar que más ansiábamos conocer: Venecia


Todo agua y construcciones antiguas, más bien antiquísimas, barquitos, góndolas con sus gondoleros de poleras rayadas, puentes grandes y fastuosos, otros más pequeñitos por los múltiples cursos de agua que se alcanzan a divisar desde el gran canal. Venecia es o son varias islas, un trozo de tierra dividido por algunos ríos y miles de canales que en alguna parte llegan al Adriático y que suben su marea en otoño y primavera con las consiguientes  incómodas y malolientes inundaciones.

Para ser más exacta las islas son 120*, las que en un principio estuvieron pobladas por pescadores; ubicada en la región del Véneto - al nordeste de Italia- ya en tiempos medievales tuvieron independencia y su propio sistema de gobierno, cosa que marcó claras diferencias con las otras ciudades del área, así como también lo hizo su desarrollo artístico favorecido por su ubicación estratégica entre oriente y occidente situación que también benefició su expansión comercial.

 De este modo Venecia llega a su  máximo esplendor alrededor del año 1450, data aproximada de la génesis de la mayoría de sus atracciones patrimoniales. Verdaderas obras del más fino arte que junto a su exclusiva geografía hacen de esta ciudad semiacúatica un lugar único en el mundo.


Aquí no hay autos ni motos y creo que casi ninguna bicicleta, la gente se mueve a pie o en bote, aunque ahora que hay "transporte público" y taxis lancha, se hace más complicado moverse en bote particular.Es absolutamente todo lindo y al menos en esta oportunidad no fuimos testigos olfativos de ningún mal olor. Todo era precioso, como de cuento. Con verdulerías lindas en sus callecitas angostas y empedradas con algunos edificios de más de cuatro pisos y macetas repletas de flores en los balcones.

En la Plaza San Marcos vimos la gran iglesia y los palacios que la circundan, imposible no acordarse de El Silencio de los Inocentes II o de El Turista. Ahí nos compramos unos wraps que devoramos sentadas en las escalinatas (es divertido ver a la mamá así) también cumplimos con el ritual de sacarse  la típica, aunque asquerosa foto con las palomas.

Esta vez el sentimiento y goce no dieron espacio a museos ni a guías. Con los pies en la que fue alguna vez (y por siglos) la Sereníssima República de Venecia, el dicho "menos es más" hace mucho sentido, pues recorrer a pie, sorprenderse y tomar fotografías es lo único que necesario para sentir que te empapas de felicidad.

El Imperdonable

Pero hasta el más simple de los destinos tiene su imperdible, que suele ser condición sin-ne qua non para poder afirmar que se estuvo allí. Por ejemplo la chorrillana es a Valpo como la Torre Eiffel es a París. Si gentiles lectores, me refiero al  paseo en góndola, que como podrán adivinar es carísimo**  pero logramos una rebaja cuando caía la tarde y con un gondolero guapísimo que estaba como pa raptarlo. Aunque nadie lo crea nos paseo por el gran canal, los museos y la residencia  de "Casanova" el famoso Donjuán italiano, así como por varios otros monumentos mientras nos cantaba, si señores!! a ratos nos cantaba y a ratos nos iba contando que Venecia tiene 60 mi habitantes y más de 400 puentecitos, un sueño!!!


No nos dimos cuenta cuando caminando entre cafecitos e iglesias centenarias ya habíamos llegado a la estación. En media hora estábamos camino al hotel después de haber visto el lugar más lindo que recordarán nuestros ojos.



La Mujer para casarse

 Treviso, que francamente es como para quedarse a vivir, tiene muchos canales, no tantos como Venecia porque aquí si hay autos. Pero es precioso, también conocida como "Marca"*** desde el medioevo,tiene todo lo moderno que necesita una ciudad pero situado en una estructura antigua.

Se practica pesca deportiva (vimos salmones) y nadan patitos junto a otra aves libremente. El paisaje lo completan molinos de agua y muchas flores colgando. Paseamos por muchos lados, vimos castillos y a pie llegamos hasta las murallas de la ciudad, descansamos en un parque donde convergen aguas y además de patos había cisnes y chivos, desde ahí se podía ver como algunas casas tenían  terrazas que parecían flotar y puentecitos para acceder a la puerta de entrada..

A pesar de tratarse de una ciudad pequeña, tiene variadas atracciones. Caminando por su casco histórico podemos visitar la Piazza dei Signori, el Duomo y si se está en plan romántico cruzar el famoso puente de la Vía Roma, para luego tocar distintos períodos de la historia en sus múltiples circuitos arquitectónicos donde se puede encontrar desde vestigios romanos hasta expresiones modernistas, y por qué no decirlo también arte contemporáneo,donde encanja a la perfección Fábrica, el centro internacional de investigación perteneciente a Benetton dedicado a la investigación del arte, comunicación y cultura.

Para quienes disfrutan del aire libre y los paseos los ríos Livenza, Sile y Piave ofrecen a sus alrededores viñas, conocidas por la producción de prosecco y atractivos paisajes para planificar salidas por el día.
Tampoco se trata de una orbe ajena al shopping y la oferta gastronómica que pone el énfasis en las tradicionales y deliciosas trattorias. Ahora si el panorama es ir a almorzar, atento a los horarios pues como buena provincia será imposible encontrar algo abierto entre las 15:00 y 17:00.

 Treviso conquista, si fuese una persona sería una mujer de belleza natural y vívida de esas que derrochan sonrisas. Si hacemos el mismo ejercicio con su turística y rica vecina, ésta sería la  femme fatale inalcanzable. La plácida Treviso es la chica para casarse, sencilla e inspiradora. Entonces pienso que tal vez no fue producto del azar que este fuera el lugar que vio nacer la creatividad de Luciano Benetton.









*      Incluyendo Burano y Murano, esta última conocida por sus coloridos cristales.
**    Hasta las 19 hrs la módica suma de cien euros.
***  Nombre que se daba a las tierras fronterizas donde ocurrieron actos heroicos.